DESDE 2015
CONNECT + DEVELOP + INNOVATE
Comunicación, mi profesión. Palabras, noticias, webs... dieron paso a briefs, objetivos y marketing. Antes en portales o medios online, ahora junto a marcas en FLUOR Lifestyle como Director de Contenidos y Social Media.
Siempre me ha apasionado cómo la tecnología de las comunicaciones cambia el consumo masivo, el mercado, los servicios y, en parte, a nosotros mismos. Analizar por qué el porno acaparó el negocio online hace años (formatos, temáticas, privacidad o vías de pago), por qué empezamos a decidir y reservar viajes (ofertas, planes y destinos), por qué hoy los discos (físicos) de música son para coleccionistas y escuchamos más música (listas personalizadas o de otros, descubrimientos y estrenos) o por qué ir de tiendas ya es para muchos un ejercicio a través de pantallas… y aún no tengo claro dónde estará el probador dentro de unos años.
Muchos nos sorprendíamos cómo nos comunicábamos de forma distinta (sin voz y sin cara pero con palabras) en IRC, Messenger, GoogleTalk… y tampoco acertábamos a saber explicar por qué lo dejamos. ¿O sí? Nunca imaginé que mi madre iba a decirme ‘hola hijo’ a través de bits y tampoco que vuelvo a preferir el texto en directo de la nueva mensajería instantánea que una charla por teléfono. Y menos que el mismo día me podía cansar de ello con los debates en grupo de WhatsApp.
En definitiva, somos personas y nos gusta ‘personalizar’ nuestra experiencia. Quizá los próximos pasos sorprendentes que afecten a la mayoría estén en el internet de las cosas. Pero… ¿en qué cosa? Llevo reflexionando en modo ‘smartphone’ un tiempo y el único objeto que se me antoja donde ‘nos transformaremos’ es el coche. Más después de ver lo que la conducción autónoma ya hace y veo que podrá hacer en el futuro. Solo disfrutaremos de la carretera cuando queramos, los atascos serán menos atascos y la seguridad será mayor… en unos años nuestro coche estará totalmente ‘conectado’. ¿Nos dirá de forma eficiente cuándo escalonarnos al salir de vacaciones?
Ahora, con que un coche pueda llegar ‘solo’ a donde queremos, nuestro consumo sobre ruedas puede dar un giro drástico. ¿Podremos ahorrar combustible o serán muchos más los que decidan ir en coche? ¿Qué pasará si no es necesario tener un parking bajo nuestras casas? ¿Nos reiremos cuando nos contemos que dábamos vueltas para aparcar por el centro? ¿Desearemos tener nuestro propio coche o preferiremos un sistema de alquiler mixto por localización? ¿Compartiremos coche de forma masiva sin apenas enviarnos ni un mensaje? ¿Qué pasará con los taxitas y los Uber? ¿Se convertirá el coche en un lugar para hacer otras cosas sin necesidad de tener las manos en el volante? ¿Pasarán tanto tiempo sin usarse como ahora en un garaje? ¿Hablaremos con nuestro mecánico o será el coche quien vaya a pasar sus revisiones? ¿En qué porcentaje dejaremos de conducir?
Simplemente quería dejaros estas reflexiones, para cuando las cosas cambien y nos toque decidir (¿estás seguro que lo decidirás?) cambiar. Y también una encuesta interesante de cómo se ve hoy el futuro en la conducción autónoma. Lo que hoy vemos de una forma quizá en poco tiempo nos parezca la mayor tontería del mundo. Y si no, preguntaros: ¿cuándo y cómo fue la primera vez que escuchaste un disco entero cuando quisiste sin bajar a comprarlo a la tienda de discos? ¿Qué pasó la primera vez que diste a ‘comprar’ un viaje? ¿Qué respondiste por primera vez a tu madre en WhatsApp y cuánto tiempo pensaste la respuesta?
El día en que la mayoría empecemos a usar objetos que se comunican entre ellos y toman decisiones de forma autónoma (controlada y programada, pero autónoma) quizá descubramos cuánto tiempo hemos invertido en rutinas diarias que, mañana, nos parecerán algo sin mucho sentido. O quizá controlemos tantas tareas autónomas que la vida nos parezca un lugar donde apenas haya sorpresas. Sin momentos de ‘dar una vuelta’.
Este post estará incompleto hasta que opines.
Publicado en : Futuro
Etiquetado: Alberto Ramos cambio consumo
Creo que todo lo que suponga un paréntesis tempo espacial tendemos a racionalizarlo y darle “utilidad”. El tiempo en el coche crece, por lo tanto, la racionalización y aprovechamiento máximo de ese espacio creo que también crecerá. Sólo me surge una pregunta cuando escribís con tanto acierto de las nuevas vías de comunicación que se abren constantemente y cada vez más transmedia: ¿Dónde quedará el paréntesis necesario para el ser humano para comunicarse con uno mismo? Puede que facilitar esa comunicación también sea una opción de futuro…
Hola Francesc, gracias por tu reflexión… muy interesante. Creo que la respuesta es algo más personal… cada uno puede hacer su paréntesis aunque existiendo siempre mil opciones y notificaciones pueda parecer difícil. Siempre me llamó la atención aquellas apps ‘para escribir’ en tablets donde creaban un contexto especial de ‘introspección’ si me permites la expresión.