DESDE 2015
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Supervisor Creativo en la agencia de innovación creativa FLUOR Lifestyle. Profesor de conceptualización creativa del Posgrado en Branded Content y Transmedia Storytelling. Conferenciante en lugares como la Universidad Complutense de Madrid o ICADE. Ha trabajado para marcas como ING, Movistar+, NBCUniversal, Pescanova, Control o la RAE.
Si quieres ver proyectos así, puedes hacerlo en nuestra web de FLUOR en este link.
Las narrativas interactivas son aquellos tipos de historias, dando igual su clasificación, género o plataforma, que necesitan de la respuesta directa de un espectador o usuario para ser consumidas, ya sea a través de una acción física, clic, scroll, interfaces de voz, ventanas emergentes o nuevos formatos adaptados.
Pero, ¿por qué debería yo o mi organización plantearme producir o adentrarme en los contenidos interactivos? Primero de todo, porque la tantas veces nombrada generación millennial ya pasa más tiempo consumiendo contenidos en plataformas en las que sus integrantes tienen el control que en entornos de consumo lineal, según este estudio de la Consumer Technology Association. Segundo, porque en un entorno de extrema competencia en la producción original y en el marketing de contenidos (vale para cualquiera de los bandos) es completamente necesario diferenciarnos de la competencia. Y tercero, porque podemos, a través de una serie de arquetipos narrativos interactivos, involucrar al espectador y permitir que la ficción gire en torno a su intención y su momento de consumo, personalizando completamente la experiencia para cada persona.
Primero la historia, luego la tecnología
Sí, ya sé que se ha dicho muchas veces, pero es obligatorio recordar que la tecnología es un complemento, un añadido que nos permite llegar a un público diferente y sumergirnos dentro de la trama. Nunca será una excusa o un valor diferencial suficiente como para dejar de lado el valor de un buen guión. La tecnología será siempre un catalizador hacia un público concreto, no un velo que tape agujeros en la historia. Por lo que en la hoja de ruta se debe trabajar en el orden “trama – audiencia – tecnología” para conseguir los mejores resultados.
Y, a estas alturas, es el momento de preguntarnos: “¿Qué arquetipos de storytelling puedo aplicar al diseño de mis contenidos interactivos?”. A pesar de que no haya que acoplarse ni ajustarse a estas, en total he recopilado y definido siete estructuras diferentes, con los beneficios y desventajas de cada una de ellas, inspirados en varias conversaciones y presentaciones con nuestro amigo Federico Guardabrazo:
Narrativa lineal:
La primera de ella y la más simple, una disposición en la que el creador controla el recorrido del espectador a través de la historia, todos experimentamos el mismo principio, el mismo nudo y el mismo final.
Es el caso de Pregoneros de Medellín, un recorrido virtual por el universo laboral y personal de aquellos que entendieron que al amor y a los clientes se les seduce por el oído.
Narrativa ramificada:
Esta segunda vertiente es completamente exponencial, es decir, cuanto más se abra el abanico, mayor será el número de contenidos que se deben producir. Se parte desde un inicio concreto, las opciones se empiezan a desviar durante el desarrollo hasta llegar a una secuencia de finales diferentes. La sensación del usuario es de completo control.
Un buen ejemplo es el documental After64, que trata sobre la documentación mediática, la censura y la desinformación en los años posteriores a la Revolución Cultural china.
Narrativa de espina de pescado:
Esta tercera organización permite a los espectadores desviarse y explorar pequeñas subhistorias de la trama, pero siempre les devuelve al hilo conductor de la historia principal.
Un proyecto que refleja esta estructura a la perfección es ‘The Boat’, un cómic muy especial sobre la aventura de cruzar el océano bajo una tormenta.
Narrativa dinámica:
Ésta es una estructura altamente experimental, por lo que todavía no tenemos suficientes contenidos para analizar realmente lo que funciona y lo que no en este caso, pero sí se advierte ya un patrón para ver cómo avanza.
Ofrece a los usuarios una narrativa que se extiende tanto como el usuario lo desee o los elementos narrativos lo permitan. Son experiencias que contienen historias independientes en forma de sucesos interconectados con múltiples conexiones entre los nodos de dicha experiencia. Esto permite al usuario construir una narrativa a voluntad y donde la relación entre personajes o la revelación de la trama se desarrolla de forma impredecible, ya que cada una tiene varios puntos de entrada y salida potenciales.
Bajo este paradigma se ha desarrollado el caso de ‘Façade’, un juego sin precedentes basado en Inteligencia Artificial y que produce los renders en 3D en tiempo real y de forma autónoma para servirlo a cada jugador. Para jugar hay que descargarlo y las interfaces y usabilidad no son muy generosas, pero sin duda merece la pena descubrir esta experiencia dinámica en la que podrás decidir el destino de Andrew y Grace.
Narrativa concéntrica:
Así se denomina esta estructura que orbita en torno a un punto central compartido, estos formatos giran en torno a un hub principal que contiene múltiples puntos de entrada a distintos hilos de la historia. Los espectadores pueden elegir el camino que toman, en el orden que quieran, pero siempre vuelven a esta área central.
Dos proyectos que ejemplifican esta confección son ‘Cronulla Riots’, la recopilación digital de los disturbios raciales acaecidos en Sídney en 2005, o ‘Seven digital deadly sins’, el documental interactivo de The Guardian y la NFB.
Narrativa en hilo:
Describe historias que se dividen en pequeños fragmentos, quizás con varios arcos de trama que pueden o no cruzarse. El jugador elige entonces qué caminos seguir y en qué orden. Se contará una historia a través de múltiples puntos de vista. Los hilos narrativos pueden llegar a unirse o permanecer totalmente separados.
Un buen ejemplo ilustrativo es el de ‘_Havana/Miami’, un documental interactivo en el que puedes descubrir como es la vida a los dos lados de la frontera Cuba/Estado Unidos.
Narrativa paralela:
Bajo este esquema, las decisiones de cada persona alteran el recorrido narrativo que están disfrutando, pero siempre vuelven al hilo principal para momentos decisivos y hechos comunes. Es una buena opción para plantear la expansión transmedia de, por ejemplo, una ficción en la que siempre hay que volver a los puntos de contacto del contenido primigenio.
Un ejemplo explicativo sería el caso de ‘Sigue la pista’, el juego transmedia de La zona, una producción de Movistar+ en colaboración con FLUOR Lifestyle, un proyecto al que le tenemos un cariño muy especial y cuyas entrañas, si os interesa, podéis descubrir en este artículo.
Éstos son algunos de los esquemas que agrupan los patrones más repetidos, aunque, por supuesto, no son todas las posibilidades que se abren en el universo interactivo y, desde luego, este abanico está en continua expansión mientras se sigue indagando e innovando en la forma de contar historias.
¡Un saludo interactivo!
Si quieres ver proyectos así, puedes hacerlo en nuestra web de FLUOR en este link.
*En caso de necesitar más inspiración, dejo a continuación una lista de fuentes de recursos de narrativas interactivas que podéis consultar siempre que queráis:
El archivo docubase del MIT, esta página sobre documentales interactivos, la lista que se incluye en este post, el archivo de la Filmoteca Nacional de Canadá, el archivo de la UOC, este extensísimo recopilatorio de proyectos, el listado de POV o el archivo de documentales interactivos de AlJazeera.
Publicado en : Nuevas narrativas
Gracias por el artículo, aunque lo escribiste hace un anho, es siempre actual. De paso te felicito por la sencillez y claridad con la que has abordado el tema. Es muy dificil encontrar alguien que lo haga como tú.
Soy un nuevo profesional de las comunicaciones y me interesa mucho esta arista.
Gracias nuevamente.
Ricardo